11 de febrero de 2017
Cómo hacer de una forma fácil y segura el Camino de Santiago
El Camino de Santiago es una ruta que recorren caminantes de todo el mundo para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago.
Hay muchas rutas posibles pero elijas la ruta elijas (Francesa, Norte, Plata, etc.) y la hagas como la hagas (a pie, bicicleta, a caballo) una de las mejores formas, y desde luego más cómoda, es disfrutar del turismo rural a la vez. En Fotorural te damos unos cuantos consejos para que disfrutes de esta experiencia y también te recomendamos que busques entre nuestros alojamientos los que más se adapten a tu viaje… así la experiencia seguro que es inolvidable.
La preparación física.
Antes de ponerte a recorrer cientos de kilómetros recuerda que la preparación física es fundamental. Si realizas deporte habitualmente es aconsejable, al menos un par de meses antes hacer senderismo con el calzado, vestimenta y mochila que vayas a llevar al Camino. Los que no sean tan deportistas deberán comenzar tres meses antes un entrenamiento progresivo en duración e intensidad
La época del año.
Cualquier época del año es buena para emprender el Camino. De todas formas, los meses de abril, mayo, junio, septiembre y octubre son los más recomendables, dado que la climatología suele ser más favorable.
¿Cómo debe ser la Mochila?
Es uno de los aspectos más importante. Sus costuras deben ser fuertes, las hombreras acolchadas, con refuerzo lumbar y correas ajustables para la cintura y pecho. También debe contar con funda impermeable imprescindible para cubrirla en días de lluvia.
Su capacidad debería rondar entre los 40 y 50 litros y el peso no debería superar el 10% de nuestro peso corporal. Recuerda que a lo largo de Camino encontrarás todo tipo de establecimientos donde poder comprar aquello que puedas necesitar.
¿Qué debemos meter dentro?
La ropa que habría que llevar depende de la época del año pero si haces el Camino en primavera u otoño (lo más recomendable) es:
- Saco de dormir ligero ya que vas a dormir a cubierto.
- Impermeable, sudadera o chaqueta que te proporcione calor sin que resulte excesivo.
- Un par de camisetas (manga larga y corta) de poliéster para que traspiren.
- Pantalones largos finos.
- Dos o tres mudas y dos pares de calcetines cortos de senderismo fabricados en poliéster.
- Zapatillas o botas de trekking usadas y chanclas para la ducha del albergue y para descansar. Si se mojan lo mejor es meter dentro varias hojas arrugadas de periódico bien apretadas y cambiarlas varias veces hasta que estén secas.
- Gafas de sol.
- Cantimplora.
- Una toalla de microfibras. Ocupan poco y se secan con rapidez.
- Cepillo, pasta de dientes. Gel, champú, pastilla de jabón para lavar la ropa, cuchillas de afeitar, etc.
- Pequeño botiquín: aspirinas o ibuprofeno, crema solar de alta protección, yodo, tiritas y cremas anti rozaduras. Si se hace el Camino en compañía lo más sensato es llevar un botiquín conjunto y repartir el peso.
- Tapones para los oídos. Recomendable para los albergues.
- DNI, tarjeta sanitaria, tarjeta de crédito y la credencial del peregrino.
- Móvil, cámara de fotos (si queremos más calidad) y sus cargadores.
* Aunque los robos en los albergues son poco frecuentes no debemos llevar objetos de valor, primero porque no son necesarios y segundo porque así no tendremos que estar pendiente de ellos.
Lo más indicado será ir colocando las cosas más pesadas en la parte inferior y más próxima a la espalda (para mejorar el punto de equilibrio) y lo que más usemos (cantimplora y cámara fotográfica) más a mano.
Y para los meses más fríos basta con que los calcetines, las camisetas y los pantalones sean de invierno. También hay que llevar un gorro, una bufanda (braga) y unos guantes. Unas mallas de fibra polar para llevar debajo de los pantalones e incluso para dormir no están de más. En invierno se recomienda llevar el sistema de capas: como primera capa una camiseta interior térmica muy transpirable; de segunda una camiseta técnica de manga larga y por último el cortavientos.
Elección del alojamiento
Puedes alojarte en un albergue público, privado o en una casa rural.
En los albergues públicos, por norma general, no está permitida la reserva y se ocupan según el orden de llegada, teniendo preferencia la gente que hace el recorrido a pie, seguido de quienes lo transitan a caballo o en bicicleta. Para alojarse en ellos es indispensable portar la credencial y la estancia se limita a una noche.
Los albergues privados permiten la reserva. Muchos de ellos ya ofrecen habitaciones individuales y dobles, ropa de cama, lavadora y secadora, cocina y frigorífico, bar, conexión a Internet y hasta máquinas que dan masajes en los pies.
También puedes ir a una casa rural. Las hay de todos los precios y es mucho más cómodo. Es el alojamiento ideal para aquellos que más que hacer el Camino lo que quieren es vivir la experiencia y el ambiente del mismo pero sin renunciar a las comodidades.
Casas rurales en el Camino de Santiago
Primeras etapas.
Deben ser moderadas, tanto en distancia como en ritmo para ir acostumbrando el cuerpo. Los primeros tres días no es recomendable recorrer más de 20 kilómetros al día y luego cuando desaparezcan las agujetas y molestias iniciales se puede aumentar el número de kilómetros progresivamente hasta los 30 ó más por jornada, pero una buena media son 25 kilómetros. Si hacemos más kilómetros nos estamos arriesgando a sufrir tendinitis y otras molestias que pueden arruinarnos nuestro viaje. En cualquier caso es recomendable realizar estiramientos antes de andar y al finalizar el ejercicio.
Alimentación.
El gasto energético es muy superior al normal por lo que es necesario alimentarse bien. Lo más aconsejable es empezar el día con un buen desayuno e ir tomando alimentos ligeros y energéticos (frutos secos, chocolate, barritas energéticas, etc.) mientras caminamos (cada 60 ó 90 minutos) y no olvidar hidratarnos. Caminar con el estómago lleno no es saludable por lo que la comida más importante del día hay que hacerla al final de la etapa y siempre debe contar con hidratos de carbono y una buena rehidratación.
El Camino.
Todo el recorrido está señalizado con flechas amarillas por lo que es poco frecuente perderse. Además, siempre habrá alguna carretera que nos permita llegar al siguiente pueblo.
Siempre debemos andar por la izquierda para tener a la vista los coches que circulan más cerca de nosotros, y hacerlo cuanto más alejados de la calzada mejor. Andar de noche es poco aconsejable y si lo hiciéramos deberíamos llevar ropa reflectante para indicar nuestra posición.
¿Qué Camino elegir?
Para los principiantes el Camino más adecuado es el Camino Francés. Es el más asequible, por la gran cantidad de albergues, alojamientos y servicios, por la poca distancia entre las poblaciones, por la buena señalización,
por los numerosos peregrinos que encontraremos, etc. También porque el Camino Francés es el más rico en monumentos, historia y cultura (junto con el Camino de Le Puy).
Para aquellos que ya hayan recorrido este Camino y, por lo tanto, tengan algo de experiencia, el número de otros Caminos interesantes para andar es casi ilimitado: el Camino Aragonés, el Camino del Norte, el Camino de la Plata,
el Camino Catalán, etc. En comparación con el Camino Francés, los otros Caminos tienen un nivel de dificultad superior. Por lo tanto, a no ser que uno tenga un espíritu muy aventurero, es aconsejable hacerse con una buena guía.
Lo mejor es que cada uno haga el Camino como quiera pero sobre todo sin prisas y sin preocupaciones, disfrutando con intensidad de todo lo que nos ofrece.
Datos obtenidos de : Eroski.consumer
Guía completa de los Caminos
Más información:
La Credencial:
La credencial del peregrino es un documento que se entrega a los peregrinos que quieren recorrer el Camino a pie, en bicicleta o a caballo, y es necesario para tener acceso a los albergues y para obtener la compostela. Se puede solicitar con antelación en cualquier asociación de amigos del Camino o bien en la parroquia de nuestra población. También se entrega en los albergues públicos de las localidades en las que es habitual iniciar el Camino: Roncesvalles, Montserrat, Jaca (iglesia de Santiago), Pamplona, Puente la Reina, Estella, Logroño, Santo Domingo de la Calzada, Burgos, León, Astorga, Ponferrada, O Cebreiro, Samos, Sarria, etc. En la Universidad de Navarra, en Pamplona, entregan la credencial universitaria y la credencial normal todos los días del año a cualquier hora (http://www.campus-stellae.org). Ya en el Camino, este documento sólo tendrá validez si está debidamente datado y sellado. Así pues, a lo largo de recorrido hemos de solicitar que nos pongan el sello y la fecha allí donde pernoctemos. No olvidemos sellar la credencial en el pueblo o ciudad desde donde empezamos el Camino aun cuando no hagamos noche allí. Si el albergue está cerrado, podemos solicitarla en cualquier hotel, bar, comercio, oficina de correos, etc.
La credencial no caduca, puede usarse sin ningún problema de un año para otro, incluso habiendo llegado a Santiago.
La Compostela:
En Santiago, la oficina de atención al peregrino nos expedirá la compostela (también denominada compostelana) si hemos recorrido los últimos 100 kilómetros pie o 200 en bicicleta (no debemos olvidar sellar en la localidad de salida). La compostela es un documento centenario que acredita haber realizado el Camino. Hay dos tipos de compostela, según si el Camino se ha hecho con motivaciones religiosas (bajo pietatis causa) o no.